martes, 3 de enero de 2012

Comienza un nuevo año

Dicen que escribir ayuda a poner orden en tu interior.

Yo creo que la palabra en sí misma es un instrumento de mucho poder,  tanto hablada como escrita,  pues de tantos y tantos pensamientos que tenemos al cabo del día quizás esos que hablamos o escribimos son los que cobran más fuerza.

Siempre me gusta escribir lo que deseo,  lo que quiero crear y hacerlo realidad aunque también disfruto mucho recreándome en momentos, experiencias y cosas que he vivido y que plasmándolas por escrito consigo que sean más inolvidables,  que el paso del tiempo no acabe con su recuerdo.

Ha comenzado el año y en a penas dos días ya tengo momentos que quiero guardar en mi retina,  momentos que estoy segura se repetirán mucho a lo largo de este recién estrenado año.

Me encantó levantarme el domingo 1 de enero a una hora, digamos prudente,  sin ser excesivamente tarde considerando cuando me acosté.
Comencé el día entre sueños sintiendo cómo me bajaban los pantalones del pijama seguido de mis braguitas y antes de darme cuenta de lo que estaba pasando ya tenía la verga de “mi hombre” dentro y bien dentro de mi.
El movimiento intenso,  la sensación conforme me iba despertando cada vez mejor,  así que después de jugar durante un buen rato,  ambos llegamos al orgasmo con alegría y pasión contentos de amanecer a un nuevo día,  pero no uno cualquiera,  el primero del año y había que comenzarlo bien …

Después de desayunar juntos y en familia,  sentí un gran deseo de asomarme a la calle y deleitarme con el magnífico sol que brillaba y calentaba con una suavidad entrañable.
Pude encontrarme con algunos vecinos que hacían lo mismo que yo; y allí en medio de ese coro de fieles buscando calorcito di los buenos días de nuevo con alegría, con ilusión y con la gran convicción de que este año será genial.

No hay nada mejor para comenzar una nueva etapa que limpiar, poner orden y deshacerte de lo viejo para dejar que lo nuevo entre así que con disciplina pero, sobre todo,  con mucho entusiasmo,   me puse ni más ni menos que a limpiar y ordenar mi armario, el cuál, dicho sea de paso,  lo llevaba pidiendo a gritos un tiempo.

Ya entrada la tarde con tranquilidad me puse a hacer balance del 2011,  de todo lo que me había propuesto para ese año y pude comprobar con alegría cómo había conseguido en gran medida todo lo que había escrito.
Algunas cosas son quizás inconfesables,  deben mantenerse “en secreto” o quizás desde la libertad y el anonimato que este espacio me concede de momento,  pueda plasmar algo más …
Pero lo cierto es que me he visto reflejada en los ojos de varios hombres,  he vivido momentos maravillosos,  he amado y me he sentido realmente amada,  he tenido pasión, deseo, excitación, placer, cariño, amor, ternura, ilusión, novedad, compromiso, dependencia, apego, sufrimiento, necesidad, dolor, nostalgia…
He sentido muchas cosas y a pesar de algún momento difícil,  me siento feliz por todo lo que he vivido en este año,  por todo lo que he experimentado,  por las personas que han pasado por mi vida,  algunas se han ido,  otras continúan,  otras quizás vuelvan,  otras nuevas llegarán,  pero lo importante son las instantáneas de esos encuentros,  de esos momentos reales que compartes con las personas.
Con cada una de ellas te enriqueces y contribuyes en mayor o menor medida al enriquecimiento del otro.


Ya he comenzado a crear mi propósitos para el 2012 … qué ganas tengo de hacerlos realidad!!!!

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2 comentarios:

  1. Esperemos que este año sea mejor que el que dejamos atrás.
    Un saludo

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  2. Seguro que si Espartacus, lo importante es la actitud !!! Gracias por tu aportación. Saludos.

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